EL RUGBY Y EL DESARROLLO PERSONAL

 

Hola de nuevo! Hoy me gustaría hacer una entrada más personal y contaros como el deporte y, concretamente, el rugby ha sido un punto imprescindible en mi desarrollo como persona.

Siempre se ha dicho que el deporte en la infancia es muy importante para el desarrollo personal en muchos ámbitos, te hace ser consciente de ti, de tu capacidad locomotora, aprendes a aceptar tus derrotas y vivir las victorias, te impone autodisciplina y mil cosas más. En mi caso, así ha sido. No sé quién sería yo ahora mismo si no hubiera practicado todos los deportes de mi vida. Rugby, baloncesto, fútbol, tenis, tenis de mesa y alguno más que hay por ahí. Los dos primeros han sido los que más me han marcado de diferentes maneras, en cierto modo porque son deportes colectivos y juntar deporte y socialización siempre ha sido un plus.

Me gustaría hablar de mi experiencia jugando al rugby. La gente se suele asustar cuando mencionas la palabra rugby. Se imaginan gente dándose golpes por todos lados de una manera violenta y bruta. Tampoco os voy a mentir con que no hay golpes, pero no son para nada violentos. Me atrevería a decir que este deporte es el más limpio y honesto que existe. Las reglas están para garantizar lo máximo posible la seguridad de quien lo practica. Es un deporte precioso para verlo y jugarlo, aunque primero has de entenderlo, que no es muy difícil, pero si alguien te lo explica con pasión mucho mejor.

Mi primer contacto con el rugby fue gracias a mi tito, esa gran persona que no podía ser otra cosa que jugador de rugby, por su bondad y su manía de vivir por y para los demás. Él me inculcó los valores del rugby y lo bonito que era. Por ello, en la universidad quise probar a ver qué se sentía siendo parte de un equipo de rugby. Al tiempo, comprobé que era lo mejor que me había pasado en la vida. Tuve la suerte de estar en mi equipo soñado, no por las victorias, que al principio eran más bien escasas, sino por el espíritu de no rendirse nunca, pelear cada jugada sin tener una gran técnica y celebrar cada pequeño pasito hacia delante.

Rugby bio, así se llama el equipo de la facultad de biológicas, es más que un equipo, es una gran familia, un grupo de amigas que se renueva cada año pero no pierde la esencia de siempre. Estar en el campo jugando con cada una de mis compañeras era un gran placer, todo estaba bien. Es saber que si te placan va haber unas tías que te van a proteger inmediatamente. Los valores del rugby según la World Rugby son: integridad, pasión, solidaridad, disciplina y respeto. Este último, diría yo, que el que es más visible en un partido de rugby pero no el único, claro.

En este deporte da igual cómo seas, hay hueco para todas, para todo tipo de cuerpos y habilidades, tanto si has hecho deporte antes o no, siempre habrá un hueco para ti. Una de las cosas que más felices me han hecho es ver, desde una posición de veterana ya, cómo cada año entraba gente nueva, que no había tenido nunca ningún contacto con el rugby, y mejoraban a pasos de gigante después de cada entrenamiento y cada partido y se sentían satisfechas como nunca antes habían experimentado. Eso y el sentimiento de hermandad que se crea es indescriptible.

Poder jugar 6 años en el equipo de mi facultad, empezando como novatilla inexperta y acabando como veterana, capitana, medio entrenadora, consejera, amiga y hermana, ha sido uno de los mayores logros de mi vida y me ha dado a muchas de las personas más importantes con las que cuento. Os animo a que si tenéis la oportunidad, probéis en algo tan bonito como esto.

Espero que os haya transmitido un poquito de mi pasión por este deporte y todo lo bueno que tiene. Hasta la próxima!

PD: os dejo unas fotillos, podréis comprobar que nos encanta el barro! Todas las fotos son de Meritxell Ramos, compañera y fotógrafa del equipo.