EL LIBRO BLANCO DE LA PROFESIÓN DOCENTE Y SU ENTORNO ESCOLAR

 


Hola de nuevo😄



Hoy os hablaré de los Libro Blancos, o mejor dicho, de uno en concreto, el de la profesión docente. ¿Y qué es eso? Bueno, pues un Libro Blanco es un documento que publica el gobierno para informar a los órganos legislativos y a la opinión pública sobre un tema. Normalmente, tienen el objetivo de relatar una necesidad o un problema para cambiarlo y/o solucionarlo.

En concreto, haré referencia al Libro Blanco que redactó, a petición del Ministerio de Educación en 2015, José Antonio Marina, filósofo y pedagogo. Este documento persigue, entre otras cosas, mejorar el prestigio social del profesorado. Habla de la figura del profesor o la profesora como alguien cuyo objetivo es lograr el éxito educativo de todo el alumnado. Propone, también, la fundación de un Consejo Pedagógico de Estado para discutir las cuestiones que se planteen en cada centro educativo. Pero, lo que más controversia creó es la sugerencia de un modelo MIR para el profesorado. Así, para impartir clases, habría que estudiar un grado universitario y presentarse a un examen para optar el DEP, Docente en Prácticas (desacertadas siglas, por cierto💀). El DEP consistiría en un año teórico, lo que corresponde al máster de profesorado, y dos años prácticos remunerados para tener un contacto más real con los centros educativos.

En mi opinión, creo que la intención de mejorar el prestigio social es buena. Desde que soy capaz de tener una visión crítica de la vida, he observado cómo se menospreciaba a los y las profesoras, ya fuera en la calle o en las instituciones. Desde la calle, que si los profesores son unos vagos, que si tienen muchas vacaciones, etc. Y la realidad es que eso no es más que desconocimiento puro, pues el trabajo del docente no empieza y termina en el centro educativo, sino que continúa fuera del mismo. Además como relaté en mi último post las funciones del docente son muy numerosas. Por si fuera poco, desde las instituciones no ayudan, cambiando la legislación cada dos por tres, con plazos imposibles y echando por tierra el trabajo de otros años.

En cuanto al sistema DEP, aún tengo mis dudas sobre su efecto, pero tengo la impresión que más que preparar más al profesorado, es una manera de retrasar aún el proceso para tener experiencias laborales reales y poner más trabas. No olvidemos que, para optar a la educación pública, hay que después hacer una oposición, con todo lo que eso conlleva.

Hasta aquí por hoy, gracias por leerme!

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